22 Abr Benidorm, de humilde pueblo de pescadores a ciudad de los rascacielos
Benidorm es una ciudad costera del Mediterráneo que, hace más de 50 años, dejó de ser un humilde pueblo de pescadores y agricultores para convertirse en una gran ciudad turística repleta de rascacielos.
La asombrosa transformación de Benidorm empezó a cobrar vida en el año 1956 como consecuencia de un proyecto ambicioso iniciado por quien en aquel entonces era su actual alcalde, Pedro Zaragoza Orts. La propuesta tenía como objetivo convertir a Benidorm en un referente turístico en toda Europa.
Nuevo plan urbanístico
El nuevo modelo urbanístico se inspiró en algunas ciudades de la Costa Azul, se trataba de un modelo denominado jardín que incluía la construcción de hoteles y edificios bajos junto a la playa. Unos años más tarde, se estableció un nuevo plan urbanístico que no establecía límites de construcción en altura.
Benidorm empezó entonces a cobrar una nueva imagen que sumado a otros factores, como el uso del bikini en las playas por primera vez en España o la aparición de un Festival de la Canción famoso en todo el país, lo convirtieron en todo un referente turístico.
Años y años de evolución
En los años 70, la construcción del aeropuerto de Alicante y el excelente clima que predominaba durante todo el año, favorecieron al crecimiento de turistas que, por aquel entonces, procedían de distintos puntos de Europa.
Durante los 80, el modelo urbanístico siguió creciendo con la construcción de nuevos rascacielos que, posteriormente, pasarían a un segundo plano con la construcción del hotel más alto de Europa. Con 182 metros, el Grand Hotel Bali contaba con una tecnología pionera anti incendios y con unos imponentes ascensores panorámicos.
Benidorm en la actualidad
La ciudad se encuentra en el TOP 10 de ciudades con más rascacielos con metro cuadrado del mundo. Hoy en día, este modelo de construcción tan criticado se ha convertido en todo un referente en materia de sostenibilidad.
Pero no solo es un modelo sostenible que permite construir en un espacio reducido evitando, de este modo, ocupar todo un terreno vírgen. A día de hoy, Benidorm cuenta con una de las plantas hoteleras más grandes de todas España que lo controvierten en un destino equipado e idóneo para albergar cualquier tipo de evento.